Sentía alas y pensé que era águila, pero un golpe en seco entre las piedras me hizo saber que no volaba.Empecé a correr y al sentir el viento entre los ojos y mi espalda juré que era yegua o un labrador dorado. No pude alcanzar a quien amaba y entonces me detuve en seco porque supe que no tenía la velocidad de los caballos y que jamás sentiría las caricias que necesitaba.Comencé a brincar y de pronto quise ser coneja, pero me ego me dijo que nunca podría tocar lo que anhelaba.Me vi en la tierra, tumbada contra el pasto. Mastiqué plantas y a todo el que se me acercaba. De pronto supe que era borrega pero la idea de ser "eso" me terraba y me alejé de todos para que no me cortaran lo que me hacía sentir calor por las mañanas. Nunca quise ser borrega aunque a diario lo crea.
Vi a mi alrededor; mi gente lloraba. No comprendía lo que sus labios susurraban pero sí entendí que me decían que yo era la culpable. Vi mi reflejo en un charco de agua: entonces comprendí que no soy más que una mula, y no de carga. Soy una mula con la gente que me ama y que me da todo lo que yo les he dado. SOY UNA MULA, UNA HIJA DE LA CHINGADA.
Hola compañeros. Aquí está mi texto. Disculpen que me tardara tanto. NO es cuento y no sé que madres sea pero me salió de golpe y eso sea agradece.
UN abrazo... Los quiero cabrones!
3 comentarios:
Perdona, solecito, por no comentar antes... a decir verdad no sé qué decir, yo no creo que seas una mula, eres una linda persona y yo te estimo mucho.
Nomás eres medio cabrona mi querida Sol, leve nomás.
Y lo digo con mucho cariño porque por eso me caes a toda madre.
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