Bien, aquí va este intento :)
Manuel ama viajar en transporte público, desde que era niño suele escoger el asiento junto a mujeres que le agradan, no cree ser exigente, le gustan con el pelo chino, lacio, oscuro, claro; con la sonrisa amplia o pequeña, incluso alguna que otra seria. Pocas personas notan la manera en que sus ojos dibujan las siluetas de las mujeres que se sientan a su lado, no suele decir mucho ni con el rostro ni con la actitud, pero esto quizá se deba a que no ama esos cuerpos ni esos rostros. Él, aunque nunca se lo ha revelado a nadie, lo que ansía sentir en las manos es el calor que dejan en el asiento, así pues espera a que la mujer se marche para colocar su mano en el espacio, en ese centro cálido en el que alguna vez estuvo el objeto prohibido, perfecto, del que sus manos no pueden sentir más que la huella de una permanencia temporal.
Llega a casa y tiembla, piensa que sus manos conservan el objeto dibujado con caricias, sobre la superficie plástica o forrada de tela, en ellas el origen del mundo se mantiene. Entonces, deteniendo lo esencial de los cuerpos de cientos de mujeres, se deja llevar por la sed, por la necesidad de introducirse en ellas, de saborear su calor con la lengua y el resto del cuerpo.
En el espacio vacío, en la tibieza, en el vibrar de en medio de las piernas de las mujeres, que tanto imagina, se resume el placer.
Aunque esté condenado a no poseer nada más que una serie de contracciones que terminan cuando la noche llega al frío en el que sus manos no contienen ninguna musa que lo acompañe, Manuel sigue buscando en el transporte público, el calor del cuerpo de las mujeres.
7 comentarios:
Me gusta la historia, algunas revisiones a la redacción ayudarían a mejorar la lectura.
Muy muy bueno, gracias June!
Me gusta porque involucra a uno de los órganos de los sentidos; el tacto.
Chris, tomaré en cuenta lo que has escrito :)
:) gracias a todos por leer y por comentar :)
Oye, excelente, sólo falta corregir sintaxis y listo!!! a propósito ¿quién eres? Saludos y perdona pero soy superdespistada
gracias Carmen soy Eli.
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