La escuela es muy bonita
llena de aspirantes a escritores,
que compran en la tiendita
dulces de muchos sabores.
Y aunque son impuntuales
aparte de muy faltistas,
debemos reconocerles
sus afanes triunfalistas.
Pero a la parca eso muy poco le importó
y cansada de ellos
de un plumazo los desapareció.
Y ahora escriben a todas horas
contentos en el panteón,
en espera de una pronta publicación.
2 comentarios:
jajaja, el descanso en paz, en la palabra =)
y la publicación nunca llega, pobres escritores :P
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